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¿Cómo preparar tus tarimas exteriores para primavera y verano?

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Con la llegada del buen tiempo, la tarima exterior necesita una puesta a punto para que luzca como nueva durante la primavera y el verano, ya que ha estado sometida a todo tipo de inclemencias meteorológicas a lo largo del invierno, así como para protegerla de los rayos del sol y de las altas temperaturas.

Por ello, en MónParquet, como especialistas en la instalación de parquet y tarimas en Valencia, te vamos a contar cómo preparar la tarima exterior para la temporada primavera – verano y, te vamos a dar las claves tanto para recuperar su belleza natural y protegerla de los fuertes cambios de temperatura que se dan en esta época del año.

De modo que si tienes tarima exterior en tu terraza o jardín y quieres disfrutar de ella al máximo con la llegada del buen tiempo, toma nota porque esto te interesa.

Consejos para poner a punto tu tarima exterior con la llegada del buen tiempo

Limpia la tarima en profundidad

El primer paso es limpiar la tarima exterior en profundidad, para eliminar toda la suciedad que ha ido acumulando a lo largo del invierno y conseguir que luzca reluciente.

Para ello, puedes barrer la tarima con una escoba de cerdas suaves para evitar rayar el suelo, pero, nuestro consejo es que la aspires a máxima potencia, para no producir ningún posible daño y asegurarte de eliminar toda la suciedad. Además, el aspirador será mucho más rápido.

Cuando hayas quitado la suciedad, friega la tarima con una mezcla de agua y vinagre, utilizando una fregona ligeramente humedecida y perfectamente escurrida, dejando que la superficie se seque por completo. También puedes utilizar jabón neutro o un producto específico para suelos de madera, pero el vinagre ayudará a recuperar el color natural de la tarima.

Además, presta atención a las posibles manchas que hayan podido producirse durante el año. Utiliza soluciones aptas para suelos de madera (goma de borrar, polvos de talco, vinagre, bicarbonato, etc.) y, no utilices estropajos bajo ningún concepto, ya que podrías dañar la tarima.

Hidrata la madera

La deshidratación es uno de los mayores enemigos de las tarimas exteriores y, esta es muy común durante el verano, debido a la subida de las temperaturas y la constante exposición a los rayos solares.

Cuando no tiene la hidratación necesaria, queda desprotegida, se seca más rápidamente y aumenta el riesgo de que aparezcan grietas sobre la tarima. Si esto ocurre, cambiará de color e incluso podría llegar a romperse, lo que supondría una importante reparación y, en el peor de los casos, tener que sustituirla.

Para evitar que esto ocurra, hay que aplicar un aceite específico para tarimas de exterior justo antes del verano, para que esté protegida frente al calor y los rayos del sol. Para aumentar la protección, recomendamos aplicar dos capas y, repetir este proceso antes del invierno, para que así esté preparada ante la llegada del frío, las lluvias o incluso la nieve.

De esta forma, sufrirá menos agrietamientos, estará más protegida contra la decoloración y resultará más difícil que el agua penetre sobre la madera.

Muy fácil de aplicar, puedes utilizar un rodillo o un paño limpio, y aplicar una importante cantidad en el sentido de las vetas de la madera. Tras su aplicación, deja que se seque ligeramente, y retira el exceso de aceite con un trapo limpio. Al día siguiente, aplica la segunda capa.

Calza los muebles

Dado que vas a hacer un uso más intensivo de la tarima, recomendamos calzar los muebles para evitar que la superficie pueda estropearse al moverlos. Para ello, puedes aplicar unas pegatinas de fieltro o protectores de plástico, que son muy fáciles de poner, y los podrás encontrar en cualquier ferretería o tienda de bricolaje.

Protégela del sol

Los rayos UV son uno de los mayores problemas de las tarimas exteriores, ya que eleva su temperatura, aumenta la sequedad y favorece la pérdida de color.

Por ello, es importante proteger la tarima del sol, evitando la exposición solar directa en la medida de lo posible. Un toldo o una sombrilla será lo más cómodo y eficaz.

Así mismo, para evitar que se caliente en exceso, puedes fregarlo con una fregona bien escurrida para refrescarla, o utilizar un humidificador.

Conclusión

Bien entrados en la primavera y con el verano a la vuelta de la esquina, ya sabes cómo preparar tu tarima exterior para la llegada del buen tiempo. Esto te ayudará no solo a que muestre su mejor cara, sino también a protegerla, evitando los daños ocasionados por las altas temperaturas y la exposición solar.

Y, en caso de que la superficie esté muy estropeada y no te veas capaz de poder recuperarla, en MónParquet somos expertos en el lijado y barnizado de tarimas de exterior, y nos ponemos a tu disposición para restaurar tu tarima y conseguir que luzca impecable.

Si estás interesado en nuestro servicio de restauración o tienes cualquier duda acerca de la puesta a punto de tu tarima, contacta con nosotros sin compromiso. Estaremos encantados de atenderte.

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