Por esta época del año es muy común usar las chimeneas o las estufas en casa para protegernos del frío, y una cosa que nos suele preocupar es que no dañe el suelo. Una vivienda bien cuidada denota elegancia y limpieza, por eso es muy importante saber cómo proteger el suelo laminado y el parqué.
Importa mucho el tipo de suelo que tengas instalado, ya que cada uno requiere distintas técnicas de limpieza para su correcta protección. La madera maciza, por ejemplo, es más costosa de tratar y se debe hacer con mucho cuidado, además de seguir distintas recomendaciones para no dañarlo. En el caso de los suelos laminados o tarimas flotantes dependerá del acabado que tenga, muy variado.
En Mónparquet somos expertos instaladores de parqué y siempre damos algunas claves para cuidar a fondo cada tipo de suelo y protegerlo de tal forma que se mantenga tan nuevo como el primer día:
Suelos de parqué de madera natural
Este tipo de suelos contienen, en la mayoría de los casos, aceites especiales para su tratado. La mejor forma de protegerlos ante el desgaste es limpiándolos cada cierto tiempo con agua y un jabón específico para madera. Presta especial atención a las esquinas y las zonas donde más se desgasta, como por ejemplo cerca de la chimenea o del horno. Recomendamos en estos casos el uso de alfombras ignífugas, debido a la delicadez de la madera natural. También recomendamos no abusar de las ceras, ya que oscurecen el parqué creando una capa superficial muy difícil de eliminar.
No recomendamos bajo ningún concepto el uso de calzado con suela dura. Los tacones son el ejemplo perfecto de zapato que raya el parqué, incluso puede provocar hendiduras en el mismo.
Suelos de parqué de madera maciza
Este tipo de suelo es incluso más delicado que el anterior. Para su correcta limpieza no se debe usar agua, ya que es muy sensible a la humedad y pueden aparecer manchas muy fácilmente. La mejor técnica de limpieza es el uso de un trapo seco y pulimentarlo de forma periódica para que mantenga su belleza como el primer día.
En el caso de tener este tipo de suelos en la cocina o los cuartos de baño, es imprescindible el uso de alfombras protectoras, además de limpiarlo al momento en el caso de mojarse.
Suelos laminados, tarimas flotantes o suelos vinílicos
Estos tres tipos de suelos son mucho más resistentes que los anteriores. Como técnica de limpieza óptima para su protección lo ideal es barrerlos y fregarlos periódicamente con agua y jabón neutro. Es muy importante secarlo bien para que no aparezcan manchas de humedad.
En cualquiera de los casos hay que proteger el suelo laminado y el parqué de los muebles pesados, las manchas de comida o de líquidos, los roces en los rodapiés y una larga lista. A todos nos gusta que nuestro suelo parezca como nuevo y con las técnicas que os mencionamos y un poco de cuidado se mantendrán de esta forma por mucho tiempo.
