Una escalera con barandilla rústica y peldaños de pino puede que no sea la propuesta más actual en cuanto a materiales y decoración, por eso, la mejor manera de reformarla aprovechando la estructura (en un caso como el que os enseñamos en este post que estaba en perfectas condiciones) es reconvirtiéndola en un elemento actualizado en el hogar.
Aprovechando la escalera original, hemos forrado la misma con peldaños de roble macizo, acabado natural en la huella y contrahuellas lacadas en blanco.
También hemos cambiado la antigua barandilla de tubos metálicos por una de pilastras y pasamanos en madera lacada y barillas de acero inoxidable.
Aprovechando el espacio de debajo de la escalera, hemos diseñado un armario empotrado con puertas abatibles que permite tener todo organizado y las puertas quedan integradas en la pared, creando un espacio más limpio. El resultado es éste:
Además, hemos cambiado el rodapié existente de roble por uno lacado blanco a juego con las puertas para obtener una continuidad visual.
¿Qué os parece el resultado? ¿Os atrevéis a darle otro toque a vuestras escaleras y puertas? 😉